La Universitare Americane Mexique es una de las instituciones de educación particular más jóvenes del Estado de Guerrero, abre sus puertas a la sociedad guerrerense en el preámbulo de la crisis sanitaria del Covid con la autorización de la Secretaría de Educación Guerrero.
Los primeros programas educativos que se ofrecieron se plantearon en la modalidad mixta, tal como lo constatan sus respectivos Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) expedidos por la Secretaría de Educación Guerrero, modalidad que permitió afrontar la contingencia durante el bienio 2020-2021 de una manera menos disruptiva, sin los estragos que se observaron en otras instituciones afines.
La implementación del programa de contingencia con el propósito de darle continuidad a la formación de nuestro estudiantado obligo a darle celeridad a procesos educativos no presenciales teniendo como eje la capacitación del personal académico y del estudiantado en sus respectivas áreas, al tiempo que mostro la necesidad de detonar la flexibilidad en la impartición de los programas educativos con sustento en que sus respectivos RVOE lo permitían.
Un rasgo que distingue a la Universitare Americane Mexique entre las instituciones de educación de carácter particular lo es que su expansión no solo es en el número de programas educativos, sino en su distribución geográfica al pasar de un campus en la capital de Guerrero, Chilpancingo de los Bravo, a dos, en el municipio de Ometepec, acompañada de la inversión en infraestructura física y equipamiento, teniendo planeado abrir próximamente dos campus en Zihuatanejo y Acapulco.
El escenario o contexto en que se ha desarrollado la breve historia de la Universidad muestra la importancia de considerar los retos y desafíos no solo los propios de la educación superior sino el de la sociedad en la que se desenvuelve y a la cual sirve en armonía con su misión.
Los retos y desafíos de la educación superior que está por venir se explicitan en dos líneas de acción estratégica y prioritaria a implementar.
Por un lado, se tiene el reto que plantea el cambio de época que se está dando en la educación superior, reto que la crisis del Covid detono bajo el lema de que “la educación superior ya no va a ser la misma a la que se tenía antes de la pandemia” y su paradigma de que “nadie se quede atrás”.
Por otro lado se tiene la implementación de la Ley General de Educación Superior, que contempla las bases legales de la transformación de la educación superior del país, reto al cual las instituciones de educación superior no pueden eludir, reto que se traduce en que la contribución debe ser en una perspectiva corresponsable e integral de las instituciones en la construcción de un espacio común de educación superior, esto es, las instituciones no pueden ni deben seguir haciendo más de lo mismo haciendo abstracción de que son parte de un sistema de educación superior.
La transformación en ciernes de la educación superior del país y de manera armoniosa el de las instituciones que lo integran no puede darse de manera inercial sino de manera sinérgica, teniendo como principal instrumento el de su planeación.
La Ley General de Educación Superior pone en el centro de la transformación de la educación superior, su proceso de planeación de manera integral y participativa, procesos coordinados por instancias colegiadas y planes y programas que orienten no solo el rumbo y sentido, sino el que hacer para lograrlo.
En la perspectiva de las instancias colegidas destacan dos: A nivel nacional, el Consejo Nacional para la Coordinación de la Educación Superior, CONACES; y A nivel estatal, la Comisión Estatal para la Planeación de la Educación Superior, COEPES.
En cuanto a los planes y programas se tienen: Programa Nacional de Educación Superior, a nivel de la federación o del Gobierno de México; Programa Estatal de Educción Superior, a nivel de cada entidad y de la Ciudad de México; y Plan de Desarrollo Institucional, a nivel de cada institución de educación superior.
Las instituciones de educación superior particulares en la perspectiva de su contribución a la nueva época de la educación superior deben como premisa el transformarse en primer lugar teniendo en su plan de desarrollo el cómo hacerlo y el qué hacer.
Son estas consideraciones las que inspiraron el presente y primer Plan de Desarrollo de la Universitare Americane Mexique para el período 2022-2027.